Rafaela Ybarra de Vilallonga
Rafaela de Ybarra nació en la calle Ribera de Bilbao en 1843 en el seno de una familia católica, como Rafaela María de Ybarra y Arámbarri. Sus padres fueron Gabriel María de Ybarra y Gutiérrez de Caviedes y María del Rosario de Arámbarri y Mancebo.
Contrajo matrimonio con José de Vilallonga y Gipuló, el 14 de septiembre de 1861. Su nieto Rafael Medina Vilallonga contrajo matrimonio con la duquesa de Medinaceli.
Como dama de la alta sociedad, acudía a dar limosna a los pobres con finos guantes de seda para no mancharse las manos, hasta que se dio cuenta de que ese no era el camino para ayudar a los necesitados. Cambió sus trajes de seda por ropa humilde y, al margen de lo que se esperaba de ella se dedicó a atender principalmente a la infancia y juventud femenina.
Promovió pisos para acoger a las niñas y jóvenes desamparadas de las familias adineradas en plena industrialización de Bizkaia y talleres para su formación y sustento; al mismo tiempo, impulsó la creación en Bilbao de numerosas Instituciones de protección a la mujer.
El 8 de diciembre de 1894, en un pequeño piso de Deusto, Rafaela Ybarra y tres jóvenes entusiastas se comprometieron a actuar como madres y educadoras de aquellas niñas y jóvenes. Ya que su misión se asemejaba a los Ángeles Custodios, tomó ese nombre para su nueva fundación, que en 2011 contaba con 35 casas repartidas por España y América.
El 2 de agosto de 1897 se puso la primera piedra del Colegio Ángeles Custodios de Zabalbide en Begoña, (también anexionada a Bilbao en 1925), para quedar inaugurado definitivamente el Colegio el 24 de marzo de 1899. Fue la primera Casa Madre de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios, que sirvió de modelo a las que más tarde se levantaron.
En su honor fue nombrado el Politécnico Madre Rafaela Ybarra, que se encuentra en Las Caobas, Santo Domingo.
La Beata Rafaela murió el 23 de febrero de 1900 sin poder ver consolidada su obra.
Beatificación
Rafaela Ybarra de Vilallonga fue beatificada el 30 de septiembre de 1984 en Roma por el Papa Juan Pablo II.
Su fiesta litúrgica se ha fijado el 23 de febrero.
Citas
“Dulzura en los medios y firmeza en el fin”
“No se cancen de hacer el bien”